UN PARAISO PARA LA PRÁCTICA DEL NUDISMO

BIENVENIDOS A NUDISMO EN EL CAMPO DE GIBRALTAR. LUGAR DE PROMOCIÓN DE LOS EXCEPCIONALES PARAJES PARA LA PRÁCTICA DEL NUDISMO QUE ENCIERRA LA COMARCA, DONDE UN ENTORNO NATURAL PRIVILEGIADO Y UN CLIMA EXTRAORDINARIO SE DAN LA MANO

El Campo de Gibraltar es una comarca de la provincia de Cádiz, concretamente la más meridional de ella y por lo tanto de toda la península ibérica. Las singulares condiciones que se dan en ella, hacen que sea un destino para la práctica del nudismo de una calidad extraordinaria, vinculada a una costa aún a salvo del turismo de masas y donde la armonía del desnudo con el entorno cobra una enorme fuerza. En este espacio trataremos desde los enclaves, su evolución y estado, a toda clase de temas vinculados a la filosofía del nudismo, su defensa y promoción.
NUDISMO ES DISFRUTAR DE TU DESNUDEZ, MÁS ALLÁ DE HACERLO PARA IR AL BAÑO O TENER SEXO

ENTRE QUE SE PUEDA LLEGAR EN VEHÍCULO O A PIE A UNA PLAYA HAY UNA GRAN DIFERENCIA...SOBRE TODO PARA LA PLAYA

NOS GUSTA ESTAR DESNUDOS CUANDO ES POSIBLE Y DESEABLE, VESTIDOS CUANDO RAZONABLE Y NECESARIO

lunes, 21 de noviembre de 2016

TURISMO DE NATURALEZA EN EL CAMPO DE GIBRALTAR. PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES.

Dentro de nuestra serie dedicada al turismo complementario al nudismo en la comarca y más concretamente en la sección específica de turismo de naturaleza, os ofrecemos este artículo dedicado al segundo de los parques naturales declarados en la zona de influencia de estos destinos nudistas. En nuestros anteriores artículos sobre actividades turísticas, hemos ubicado varias de nuestras propuestas dentro de este enorme y fantástico espacio natural.

Suelo, humedad y aprovechamiento tradicional han sido los factores determinantes para mantener la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la península ibérica, el Parque Natural de Los Alcornocales.

Situado en la provincia de Cádiz y parte en la de Málaga, se extiende desde el parque natural de La Sierra de Grazalema hasta el joven parque natural del Estrecho, conformando una gran continuidad territorial de espacios protegidos, presentando este una gran diversidad de relieves y paisajes. Esta riqueza se refleja en todos los ámbitos: flora, fauna, climatología, historia y folklore, constituyendo un lugar ideal para visitar y disfrutar de actividades tan diversas como la recolección de setas y la práctica de deportes en la naturaleza.


El principal responsable de esta riqueza es el agua, presente en numerosos ríos, arroyos y embalses que, además de abastecer a la provincia, son aptos para la pesca y actividades recreativas. Pero sobre todo destaca la humedad proveniente de la costa, que se acumula formando bosques de niebla en valles estrechos y profundos denominados canutos. En estas condiciones se conserva una flora muy singular, perteneciente a la era terciaria, la Laurisilva. Se caracteriza por hojas lisas y brillantes, que aprovechan la humedad y escasa luz que dejan pasar los alisos que bordean los canutos. Así, entre el aroma del laurel, la belleza del ojaranzo en flor, elegantes durillos y acebos, se caminará por esta especie de selva, en compañía de los sonidos del mirlo acuático, el hábil martín pescador y las currucas o pinzones, que se esconden entre los helechos.

Los suelos de arenisca, que han favorecido el denso alcornocal, también albergan quejigos y roble andaluz en las zonas más húmedas. En estos bosquetes cazan las águilas calzadas, culebreras y ratoneras, además de azores, gavilanes y cárabos. En las alturas, asoman las rocas y sobre el suelo pobre aparece la herriza, denso matorral achaparrado de distintas especies adaptadas a suelos ricos en metales como en aluminio, entre las que abundan, por ejemplo, las aromáticas. En este espacio habitan la cabra montés y numerosas aves rapaces, destacando el buitre leonado, alimoche, águila perdicera, búho real y halcón peregrino.


En las zonas bajas y arcillosas aparece el acebuchal aclarado desde tiempos inmemoriales para dejar paso al pasto que alimentará el ganado típico de esta zona, la vaca retinta. En las laderas, aparece el matorral mediterráneo, con jaras, brezos, cantuesos, torviscos y majuelos. Por ellos discurre el corzo morisco, autóctono y emblema de caza mayor, además del gamo, ciervo y carnívoros como ginetas, tejones y sobre todo meloncillos, con la mayor población de la península.

En un parque tan completo y diverso, caben otras actividades, que van desde el montañismo en el pico del Aljibe o el Picacho, la espeleología en el enclave de Ramblazo-Motillas, o el descenso de cañones en la Garganta de Buitreras, que por su singularidad ha sido declarada monumento natural.



Fuente: Junta de Andalucía-Consejería de medio ambiente.

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